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¿Necesitamos un Poder Inteligente?

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¿NECESITAMOS UN PODER INTELIGENTE?

Temas de Liderazgo
Martes, 18 de marzo de 2008

Hace semanas leía una de las más recientes publicaciones del Dr. Joseph S. Nye, Decano de la Escuela Kennedy de Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad de Harvard, titulado: “Soft power can help win war on terror”. En este interesante trabajo el autor analiza el concepto de poder, sus variantes y reflexiona sobre los posibles usos del poder en la lucha contra el terrorismo.

El triunfo de los Estados Unidos en la segunda guerra mundial y su afianzamiento como potencia hegemónica, no solo se debió al uso de su gran capacidad ofensiva (Poder Duro), sino también, gracias a que pudo someter a Europa al Plan Marshall (Poder Suave). Nye, define al poder como la habilidad que tiene un actor de influir sobre los desenlaces. Y en este sentido, señala que el poder suave consiste en la habilidad para obtener lo que se desea, ya no a través de la violencia o el dinero, sino por medio de la persuasión.

El autor culmina su análisis, señalando que aunque el poder duro se sustente en la coerción y en la disuasión militar, el poder suave puede convertirse en una variable muy importante en la lucha contra el terrorismo al potenciar acuerdos multilaterales que eviten el surgimiento de nuevos grupos financistas, que faciliten el flujo de información y que promuevan la cooperación militar y tecnológica entre Estados.

No necesitamos ir muy lejos, fuera de nuestras fronteras o leer textos especializados en el área de las relaciones internacionales para entender la importancia de los conceptos antes señalados. En Venezuela, hemos sido testigos de como distintas administraciones han hecho uso del poder duro y del suave para lograr la consecución de sus objetivos. Sin embargo, ante la actual coyuntura que vive nuestro país, cabe preguntar: ¿Qué tipo de poder necesitamos emplear en Venezuela? La respuesta es sencilla, un poder inteligente. Y este poder exige la integración de las variables que definen tanto al poder duro como al suave.

Este poder inteligente en Venezuela dependerá exclusivamente de la interdependencia. Recordemos que la interdependencia es entendida como aquellas interacciones que se producen entre los distintos actores del sistema, generando reciprocidad en los efectos. La reciprocidad en los efectos, exige simetría en la relación costos y beneficios. Es decir, la reciprocidad entre los distintos actores del sistema político venezolano requiere que los índices de riesgos, pérdidas, oportunidades y ganancias sean totalmente compartidos.

De no propiciarse relaciones interdependientes, las actuales fuerzas políticas estarían favoreciendo simples interconexiones. Las interconexiones son flujos de contactos que se generan tras relaciones de tipo asimétricas donde la escasez de reciprocidad y la imposibilidad de influir en los desenlaces se hace total. Si Venezuela desea ganar, unamos entonces nuestros esfuerzos, integremos lo mejor del poder duro con lo más relevante del poder suave y avancemos hacia el llamado poder inteligente.

Nota: Articulo Originalmente publicado por Rosas González en mayo de 2004 en el Semanario de Noticias de Maracay. Estado Aragua. Venezuela.

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