Cobranza Moderna: ¿Mito o Realidad?

Temas Gerenciales
Miercoles 21 de octubre de 2009
Por Enrique Rosas González
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La cobranza como acto social y económico ha existido desde los inicios de la humanidad. Al estudiar los aportes de Darcy Ribeiro en el campo de la evolución sociocultural, nos encontramos con innumerables elementos que certifican la existencia de este proceso: 1) sistema adaptativo, 2) sistema asociativo y 3) el sistema ideológico. El más importante de todos es quizás el adaptativo, ya que este comprende un conjunto integrado de modos culturales de acción sobre la naturaleza, necesarios para la producción y la reproducción de las condiciones materiales de existencia de una sociedad.

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La necesidad de cubrir carencias de orden individual y colectiva se puso de manifiesto hace cerca de 10.000 años entre los pueblos de la Mesopotamia y de Egipto y se repitió más tarde en India (6.000 A.C.), en China (5.000 A.C.), en Europa (4.500 A.C.), en el África Tropical (3.000 A.C.) y en las Américas (2.500 A.C.). Estas carencias fueron cubiertas con el intercambio de objetos y víveres. Este evento fue conocido como trueque. El trueque como transacción comercial generó en el individuó la necesidad de esperar y exigir la entrega de lo intercambiado. Quizás aquí encontremos los orígenes de las cobranzas.

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En la actualidad son las transacciones comerciales y financieras las que determinan el comportamiento de los mercados mundiales y la fluidez de nuestras economías. Definir a la cobranza puede resultar una tarea tan difícil y compleja como ejercerla. No obstante, la necesidad de alcanzar un concepto válido y renovado nos conduce a asumir este acto de negociación como un proceso de toma de decisiones interdependientes, a través del cual el acreedor procurará de manera efectiva y eficiente incidir en la voluntad del deudor, a fin de obtener un acuerdo negociado que permita garantizar el retorno del dinero invertido de manera rápida y segura.

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El paradigma de la cobranza moderna refiere la existencia de un proceso multidimensional e interdependiente de toma de decisiones. Estas tomas de decisiones son determinadas por los ciclos de negocios de aquellas empresas que cohabitan en un sistema determinado. Para la visión moderna, debemos comprender a cabalidad los elementos que conviven y definen el entorno donde se producen las relaciones, debido a que muchas de las irregularidades que se presentan en una relación comercial son producto de desperfectos en los ciclos de negocios y no de las gestiones de cobranza en sí.

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Para el paradigma moderno, muchos de estos procesos multidimensionales e interdependientes de toma de decisiones son producidos constantemente en lo interno y en lo externo del sistema, afectando positiva o negativamente a las empresas. Muchas de las imperfecciones que se presentan en los ciclos de negocios se generan a partir de lo siguiente: 1) Las condiciones que propician las ventas y 2) las condiciones establecidas en las ventas de los productos. Cuando la secuencia afecta de manera negativa al sistema, las empresas pueden presentar retrasos en su cobranza y favorecer mecanismos de participación y de toma de decisiones entre los elementos que integran el conjunto.

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¿Cómo y cuando ocurre este proceso de transformación de la cobranza?; ¿Qué sucede realmente en nuestras conciencias?; ¿Somos parte de un proceso del cual no podemos escapar?; ¿Nuestras estructuras conceptuales están siendo modificadas? Para responder a tantas interrogantes debemos comenzar por descifrar las variables que definen al pensamiento moderno y como las mismas afectan nuestros paradigmas.

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Los principios de la determinación causal, el naturalismo, el esencialismo, el racionalismo, la lógica dicotómica, la idea de trascendencia, la creencia de un orden universal objetivo, así como también la separación abrupta entre objetividad y subjetividad son apenas algunos de los elementos que definen nuestro pensamiento. Gran parte de estos principios han estado en las últimas décadas inmersos en un proceso de transformación constante. Cuando estos principios se modifican, nuestros pensamientos también lo hacen en función de alcanzar respuestas satisfactorias a muchas de las incógnitas planteadas.

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Al evolucionar nuestro pensamiento se modifica simultáneamente la manera cómo vemos y entendemos nuestro entorno. Esto explica por qué en la actualidad temas como el comercio internacional, la economía, la política, la filosofía, el derecho, entre muchos otros, se ven expuestos a una serie de cambios. La cobranza no ha sido la excepción, sin duda alguna, vivimos en tiempos de interdependencia donde la cobranza como proceso sociocultural confirma la existencia de nuevos cambios paradigmáticos, quizás muchos de ellos aún desconocidos.
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Nota: Artículo originalmente publicado por Rosas González en julio de 2004 en el Correo del Caroní, Venezuela. (http://www.correodelcaroni.com/). Reeditado en Abril de 2008 por el Blog Negociación y Cobranzas bajo el título: "Modernidad de la Cobranza: ¿Mito o Realidad?".